viernes, 14 de septiembre de 2007

En Busca de la Unción de Dios

Ministerio Evangelistico Shekinah
Ahora veras si mi palabra se cumple o no. (Números 11:23)



2 Crónicas 5 13 cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre; entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. 14 Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios. Introducción Cada vez que asisto a un servicio en la iglesia, voy esperando que la presencia de Dios se haga sentir en mi vida.

Cada vez que comienzo a orar, comienzo a la expectativa de que voy a sentir su calor abrazándome. ¿Como podría ser diferente? ¿Acaso después de conocer su presencia, su unción, podría desear o esperar algo menos? ¿Como solo orar por orar, o ir a la iglesia por ir, o cantarle por cantarle? No, para mi el Dios que me salvo es un Dios que me ama y que desea de mi presencia tanto y mas de como yo deseo de la de el. El deseo no viene por sentir poder, o por sentir confirmación, o para saber si me oye o no.


El deseo viene por su presencia, solo y simplemente, por su presencia. Así como el que añora un abrazo del padre cariñoso. Así como el que extraña la voz del ser mas querido, asi me hace falta su presencia, así necesito cada día su cariño manifestado. La actitud de nuestro corazón es muy importante en el tema de la presencia del Señor. Si lees con atención la escritura que trajimos al empezar este mensaje, notaras que la presencia de Dios lleno el lugar a consecuencia de lo que el pueblo se encontraba haciendo. Es mucho mas fácil que el Espíritu del Señor llene a una persona que le desea y le busca con todo su corazón a que llene a una persona que se comporta en una forma de indiferencia. I. La unción de Dios es su perfume y es inconfundible.


Cuando predico sobre la unción de Dios usualmente noto tres tipos de actitudes entre los oyentes: 1) Oh, si, ya yo se lo que es la unción. 2) Este tema no tiene mucho que ver con mi necesidad presente 3) Quiero mas de su presencia, quiero mas de su unción en mi vida, lo deseo con todo mi corazón. En la primera actitud, entiendo que la persona no ha descubierto totalmente que es la unción del Señor, porque si así hubiese sido, no podría dejar de sentir gozo en el tema tal como si fuese la primera vez. En la segunda actitud, noto que muchos hermanos no entiende que la presencia de Dios en nuestras vidas es tan importante como la misma salvación. Porque precisamente somos salvos para ser reconciliados con el para volver a tener una relación intima con nuestro Padre Celestial.


Si yo vivo sin conocer de su presencia, sin conocer de su aroma, de su unción, estoy viviendo como el que vive en casa separada de su amado, y no fue para eso que Dios me salvo. Precisamente es el vivir en su uncion lo que provoca en mi que todo yugo se pudra. En la tercera actitud, veo a una persona que nunca se siente que ha recibido la suficiente uncion de Dios en su vida. Siempre quiere mas de el. Este es el tipo de persona que disfruta cada mensaje de Dios, que vive cada cantico, que siente en su alma cada oracion.


Dios quiere manifestarse en medio de su pueblo y lo quiere hacer con poder. Pero el impedimento mayor de que el lo haga somos nosotros. Somos nosotros porque detenemos su mover con nuestras actitudes. Cuantas veces en medio de un servicio no hemos tenido que cambiar el programa para darle espacio al mover de su Santo Espiritu. No, el Señor no se mueve cuando estamos regañando al pueblo porque este no alaba a Dios.
Ni tampoco cuando somos nosotros que estamos tratando de crear “un ambiente” con nuestro gritos o actitudes desordenadas. El Señor se mueve cuando como pueblo hemos aprendido a darle ese lugar tan especial en cada servicio. Cuando cada vez que tenemos una reunion, la tenemos para el y asi actuamos, con el presente en todo lo que hacemos. Cuando estoy orando no debo hacerlo con la actitud de impresionar a alguien, debo hacerlo con un genuino deseo de que el reciba mi oracion. Cuando leo la Santa Palabra, no debo hacerlo como el que quiere regañar a alguien o demostrar cuanto conocimiento posee, sino con el deseo de que sea Dios mismo tocando los corazones por medio de las Escrituras.
Cuando dirijo las alabanzas no lo hago como si fuese un cantante del mundo sino como un salmista que desea que su canto llegue a nuestro Padre como fragancia digna y agradable. Cuando pastoreo no lo hago por necesidad sino por amor, verdadero amor por las ovejas del Señor porque ninguna son de mi propiedad. Cuando el poder de Dios se derrama en su pueblo, no hay que estar tratando de convencer a los demas de que El esta ahi, sino que su presencia es inconfundible. II. La uncion de Dios en nuestras vidas depende mucho de nuestra relacion con el. Hay una diferencia entre una visita y un miembro de la familia. La visita ve solo una parte de nuestra casa y de nuestras vidas. La familia ve todas las partes de la casa donde vivimos y nos ve en momentos donde nadie mas nos ve. Asi es entre la persona que visita a Dios y el que habita con Dios. El que visita nunca podra conocer lo que el que es familia conoce.


Tambien se puede ser miembro de una familia pero no vivir con la familia. Hay hermanos que se casan y se van a vivir a sus propias casas, y aunque la casa de sus padres siempre sigue siendo su casa, hay cosas que ya no son como cuando vivian con sus padres, la intimidad ya no es igual. Con Dios podemos ser visita, familia lejana o familia que vive en casa con el. Nuestra relacion con Dios puede ser una relacion de cuando visitamos la iglesia, puede ser una relacion de iglesia y oracion y devocional ocasional, o puede ser una relacion de intimidad, una relacion de padre a hijo y de hijo a padre, cuando nuestro voz puede clamar en un susurro “abba padre” y saber que nos ha escuchado y saber que le hemos tocado. Dios no busca hombres y mujeres perfectos. Cristo mismo dijo que el que estaba sano no tenia necesidad de medico. El vino a buscar al que estaba enfermo.

Yo estaba enfermo espiritualmente y el vino por mi. Dios busca a hombres y mujeres que deseen Su Perfeccion. Con esto indico que necesitamos ser honestos con el. Recuerda que es una intimidad absoluta. Cuando algo te este separando de Dios, dicelo, hablale con toda franqueza, y se humilde para escuchar su consejo. Recuerda que Cristo no solo te dio vida sino que tambien dio su vida por ti. Si alguien en este mundo te ama con seguridad es nuestro Señor. El no esta esperando el mas minimo error para apartarse de ti, pero tampoco soporta el ser burlado.


Confiesale tus pecados y pidele que te ayude a superarlos, que te ayude a parecerte a el, que te de sabiduria. Pero esto no se lo puedes decir como el que dice algo para salir de la situacion, sino que estas palabras necesitan nacer de tu corazon. III. La uncion de Dios es poderosa. Si la uncion de Dios pasa a ser una parte diaria de tu vida, tu forma de hablar cambia, tu manera de vivir se vuelve diferente porque tu manera de sentir y ver la vida se vuelve diferente. Te has preguntado a que olia Enoc, el hombre que caminaba todos los dias con Dios. La uncion de Dios es el perfume del ser mas poderoso del universo.

Si la sombra de Pedro tenia poder para sanar a los enfermos era porque la unción del Santo estaba sobre el. No podemos seguir predicando como si estuviéramos sirviendo a Dios muerte. Predicamos en la confianza de que su palabra va a tener consecuencias en toda vida que la escuche. No digamos Dios dice cuando no dijo, no tratemos nosotros de hacer el trabajo de Dios. Pero si prediquemos y testifiquemos y declaremos con nuestras bocas que nuestro Dios es un Dios de poder. Yo no me avergüenzo del poder de Dios.
No me avergüenzo de su manifestación. Vergüenza me da cuando el hombre quiere ponerle limites al Señor, cuando dice que eso no es posible, o que no es para nuestros tiempos o que Dios no puede ser tres en uno. Dios puede ser y es lo mas grande que ha existido y que existirá por toda la eternidad. Llamado Amado y amada del Señor, hoy no es un día mas. Este mensaje llega a tu vida con propósito. Toma una nueva actitud hoy y acércate al Señor en una forma diferente.

Ríndele hoy tu persona a el, deja que sea a su manera. Acércate con un corazón de adoración, olvídate de los que están a tu alrededor, busca hoy esa unción del Señor que tanto deseas. Deja que esta vez el llene el templo, tu templo, el templo donde el Espíritu Santo hace morada!

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