"Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y PREDICANDO el evangelio del reino, y SANANDO toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos, y los sanó".(Mateo 4.23-24)
Jesús siempre predicaba y enseñaba, predicaba y enseñaba, predicaba y enseñaba, y luego sanaba a sus enfermos.
Pero siempre predicaba primero. Eso es lo que debemos hacer como embajadores de Cristo.Alguna gente tiene la idea que Jesús meramente sanaba a cualquier persona que estuviera enferma dondequiera que la encontrara. El sanaba a aquellos que le seguían y creían sus palabras. Y aún sana El a aquellos que le siguen y creen Su Palabra.El predicó y enseñó en la sinagoga, entonces sanó a los enfermos y a los poseídos de demonios. El no ha cambiado.
Repetidamente la Biblia dice que grandes multitudes seguían a Jesús y El tenía compasión de ellos y sanaba a sus enfermos. Todavía El lo hace. Sanando en Todas PartesVersículo 1: "Y como descendió del monte, le seguía mucha gente. Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme". Y Jesús sanó al leproso.Versículo 5: "Y entrando Jesús en Capernaum, vino a El un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado". Y Jesús sanó a su siervo.
Versículo 14: "Y vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó".Versículo 16: "Y cuando llegó la noche, trajeron a El muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos".
Versículo 28: "Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino". Y Jesús echó fuera los demonios y los hombres recobraron su normalidad.
Capítulo 9:1: "Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama"; Y Jesús sanó al hombre Completamente.
Versículo 18: "Mientras El les decía estas cosas, vino un hombre principal y se postró ante El, diciendo: Mi hija acaba de morir; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. Y se levantó Jesús, y le siguió" yendo hacia su casa para sanar la niña.Versículo.
20: "Y mientras iba a sanar a la niña, he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto"; y Jesús la sanó.
Versículo 27: Pasando Jesús de allí, (de la casa en donde había resucitado a la niña muerta), le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: ¡Ten misericordia de nosotros, Hijo de David!". Y Jesús tocó sus ojos y fueron sanados.
Versículo 32: —mientras salían ellos, he aquí, le trajeron un mudo, endemoniado", y Jesús libertó al hombre.
Versículo 35: "Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo".
En todas partes, Jesús estaba predicando el evangelio y sanando los enfermos. Donde quiera que usted ve a Jesús, está sanando a los enfermos. Siempre predicando. Siempre sanando.El resultado fue, que en todo lugar donde la gente oyó que El estaba, "recorriendo toda la tierra de alrededor, comenzaron a traer de todas partes enfermos en lechos a donde oían que estaba, y a dondequiera que entraba, en aldeas, o ciudades, o heredades, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que tocasen siquiera el borde de su vestido; y todos los que le tocaban quedaban sanos" (Mr. 6:55-56).
Mateo 12:9: "Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos. Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano"; y Jesús le ordenó extenderla y ser sanado.
Versículo 14: "Y salidos los fariseos, tuvieron consejo contra Jesús para destruirle", pero mientras estaban conspirando para matarle, "Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí; y le siguió mucha gente, y sanaba a todos".
Marcos 7:24: "Levantándose de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón; y entrando en una casa", una mujer que tenía una hija poseída de demonios, le hizo presión hasta que sanó a su hija. Y nosotros somos sus representantes. Se supone que actuemos como El lo hizo. Como un ministro del Evangelio y como un discípulo de Cristo, soy responsable de ministrar a los enfermos. Esa no es necesariamente mi elección, pero es mi responsabilidad.No tenemos derecho a decir: "Me siento particularmente atraído a esta fase del ministerio".
Si predicamos el Evangelio, somos responsables de predicar la Sanidad Divina, porque eso es parte del Evangelio. Jesús me dijo, y así también a cada uno de Sus discípulos: "El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también ... porque yo voy al Padre", (Juan 14:12).
Rodrigo Rojas Garzon
Evangelista
Conferenciasdepoder @hotmail.com