Ministerio Evangelistico Shekinah
¡Ahora veras si mi palabra se cumple o no! (Números 11:23)
“Les trajeron, pues, y les presentaron en el Sanedrín. El
Sumo Sacerdote les interrogó .Y les dijo: «Os prohibimos severamente enseñar en
ese nombre, y sin embargo vosotros habéis llenado Jerusalén con vuestra
doctrina y queréis hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre.. Pedro
y los apóstoles contestaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.
El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús a quien vosotros disteis muerte colgándole de un madero. A éste le ha exaltado Dios con su diestra como Jefe y
Salvador, para conceder a Israel la conversión y el perdón de los pecados. Nosotros somos testigos de estas cosas, y
también el Espíritu Santo que ha dado Dios a los que le obedecen”,(Hechos 5.27-33).
Si
obedecemos las luces rojas, el Señor nos dará sus luces verdes.
"Y
luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la
tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se
arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelve a Egipto. Mas hizo Dios
que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo" (Éxodo
13:17-18).
Hoy
les traigo dos asuntos: 1) Es rara la vez que Dios usa atajos, y 2)
inmediatamente después de nuestro renacimiento Dios nos quiere guiar.
I. Dios No Es Un Dios De Atajos
En
Éxodo 13 tenemos una nación recientemente nacida y librada de la esclavitud.
Antes de esto, Israel fue esclavo de Israel, trabajando bajo el yugo cruel de
Faraón desde el amanecer hasta la puesta del sol. Cuando Israel salió de Egipto
estaba cansada y hambrienta tanto físicamente como espiritualmente. En términos
espirituales, estaba todavía en su infancia y sin experiencia en la guerra.
Esto
describe el estado espiritual del hombre después de su renacimiento.
Inmediatamente después de su conversión la mayoría de los Cristianos nuevos
nunca han leído la Biblia, ni escuchado un sermón, ni peleado en una batalla
espiritual. Aun si lo habían hecho, es probable que no lo entendieron porque
"el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios"
(I Cor 2:14). Tenemos entonces el hombre natural, el hombre carnal (3:1), y el
hombre espiritual (2:15, véase también Llamado a la Obediencia #252).
En
el antiguo testamento, las tres regiones geográficas de Israel corresponden a
los tres estados del hombre. Egipto representa la vida pecaminosa. El desierto
por la cual pasó Israel representa las pruebas y la preparación. Y Canaán, el
destino de Israel, representa la vida victoriosa y llena del Espíritu Santo.
Aquí
en Éxodo 13 Dios ya nos habla de los tres estados del hombre por medio de la
tipología.
Es
lógico que después del renacimiento de Israel por medio de la Pascua que
representa la conversión por la sangre de Cristo, Dios quiere guiar su pueblo.
¡Dios quiere guiar todos sus hijos nuevos desde el principio! Cada uno de
nosotros. También podemos ver que en el momento de nuestra conversión nos
encontramos en una batalla extraña. Como Cristianos, no luchamos contra sangre
y carne, sino contra principiados, contra potestades, y contra huestes
espirituales de maldad en las regiones celestiales (Efes 5:31).
Ahora,
hay algo muy importante que podemos aprender aquí del nacimiento de Israel que
se aplica también a nuestras vidas espirituales, y esto es: nacemos demasiados
débiles y sin suficiente experiencia como para luchar en las batallas en las
cuales luchan Cristianos más maduros. El texto dice que: "Dios no los
llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca."
Sabemos
que Dios es omnipotente, pero tenemos que recordar que nosotros no lo somos.
Para Dios no hubo ningún problema en pasar por la tierra de los filisteos, pero
Dios también supo que en el estado débil que se encontraba Israel se habrían
desanimados hasta el punto de querer regresar a Egipto.
Aquí
Dios advierte a todos los Cristianos que tengan cuidado de atajos para llegar a
la tierra prometida. Es muy diferente cuando Dios provee el atajo. En este caso
Él estará contigo, pero es rara la vez que Dios escoge usar un atajo porque
casi siempre presentan una trampa de muerte. Cada año miles de Cristianos se
pierden porque buscan un atajo para llegar a la tierra prometida de la vida
llena del Espíritu Santo. Quieren batallar inmediatamente contra los filisteos.
Quieren echar demonios, sanar enfermos, ser misioneros, predicar, y dirigir
estudios bíblicos inmediatamente después de su conversión. Quieren poder para
hacer milagros y glorificarse antes de haber pasado por el entrenamiento
espiritual que es necesario para todos.
Sí,
amigo, Dios quiere hacer algo contigo y por medio de ti, pero no pienses por
ningún momento que lo harás usando atajos. No conocemos nuestros corazones ni
debilidades. No conocemos nuestra condición. David dice que solo Dios lo conoce
(Salmo 103:14). No dejes que el entusiasmo espiritual para luchar contra los
filisteos te aparte de la nube y el fuego que guiaron a Israel.
Dios
pospuso la batalla de Israel contra los filisteos porque Israel estaba
demasiado débil en ese momento. Estaba débil porque necesitaba nutrición y
madurez espiritual. Estaba débil porque todavía tenía mucha de la carnalidad de
Egipto en su corazón y porque no tenía experiencia. Israel necesitaba ser
probado. Personas que murmuran, critican, e insultan nunca podrán vencer a los
filisteos. Dios la probó ante el Mar Rojo, en Mara, y en Refidim (Éxodo 14:10,
15:23, 17:1). Israel necesitaba ver lo que tenía en su corazón. Necesitaba
llegar al punto de la desesperanza para aprender a depender de Dios. Esto fue
lo que Dios le quiso enseñar en el desierto.
Israel
necesitaba tener una experiencia como la que tuvo en el desierto. Dios tiene un
desierto para cada uno de nosotros. El Espíritu Santo hasta llevó a Jesús al
desierto para tentarlo y enseñarle a triunfar. Esto tuvo que ocurrir antes de
poder recibir su poder para su ministerio en la tierra (Lucas 4:1-2).
A
pesar de todo esto, el Señor no quiere mantenernos en el desierto. Estamos en
el desierto suficiente tiempo para prepararnos para Canaán. Los que no aceptan
las pruebas de Dios frecuentemente pasan sus vidas enteras en el desierto,
igual a la primera generación de Israel que no obedeció a Dios.
Muchas
personas quieren batallar contra los filisteos sin haber probado su fe en el
desierto y sin haber destruido la carnalidad en sus corazones. ¿Crees que estás
preparado para entrar en el ministerio del Espíritu Santo? Déjame preguntarte
esto:
¿Has
pagado tus deudas? Esposos, ¿han aprendido a amar sus esposas como Dios ama a
la iglesia? Esposas, ¿han aprendido a someterse a sus esposos como hacia Dios?
¿Hay amor y caridad en sus hogares? ¿Disciplinan a sus hijos en el amor de Dios
o permiten la rebeldía?¿Pagan
sus diezmos? ¿Dan ofrendas? ¿Cumplen sus promesas? ¿Puede contar la iglesia
contigo o confunden sus impulsos con la dirección del Espíritu Santo?
¿Tienen
una actitud de servidumbre? ¿Reciben la corrección sin ser ofendidos? ¿Bromean
demasiado? ¿Critican? ¿Juzgan a sus hermanos Cristianos? ¿Tienen
resentimientos? ¿Son fieles con sus oraciones?
O
amigo mío, si te encuentras culpable de una de estas ofensas, no estás
preparado para batallar contra los filisteos ni para entra en la tierra
prometida. Si Jesús hubiera fallado en alguna de estas situaciones, Dios no le
hubiera dado el poder del Espíritu Santo.
"Dios
no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba
cerca." Dios no es un Dios de atajos. La carnalidad prefiere atajos. La
carnalidad siempre busca los atajos, pero la espiritualidad reconoce que Dios
sabe lo mejor.
II. Dios Nos Quiere Guiar
"Y
Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el
camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que
anduviesen de día y de noche. Nunca se apartó de delante del pueblo la columna
de nube de día, ni de noche la columna de fuego" (Éxodo 13:21-22).
"Porque
todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de
Dios" (Rom 8:14).¿Cuándo
quiere empezar Dios a guiar al nuevo converso? ¡Inmediatamente! Dios empezó a
guiar a Israel aún antes de cruzar el Mar Rojo que simboliza su bautismo (I Cor
10:2).
¿Cuál
fue la primera dirección de Dios? Su primera instrucción fue "¡No!"
No vayan a la tierra de los filisteos. No usen el atajo. Las primeras
direcciones de Dios para las nuevos Cristianos muchas veces son prohibiciones:
no vaya al cine, no mire ese programa de televisión, no continúe en ese
noviazgo, no haga compañía con los pecadores (Salmo 1:1, 1 Cor 6:9-11, Salmo
101:7). Hermana, no se vista con ese vestido corto. Hermano, no se vista con
esa ropa mundana.
Si
no eres obediente a las prohibiciones, no llegaras a los permisos. Si no
obedecemos las luces rojas, seremos muertos. Los filisteos no conquistaran y
regresaremos a Egipto donde moriremos como esclavos. Más aun, si obedecemos las
luces rojas, recibiremos luces verdes, y si obedecemos las luces verdes el
Señor nos dirigirá, enseñará, y revelará sus secretos. ¡Aleluya!
Yo
creo que después de ver el poder de Dios en las diez plagas sobre Egipto Israel
se llenó de entusiasmo para luchar contra los filisteos. Es posible que su
actitud fue algo así: "¡Si Dios pudo vencer el reino poderoso de Egipto,
seguramente podrá destruir el campamento de los filisteos!" Esto refleja
la lógica humana no la fe en Dios. ¡O cuan fácil es confundir la fe en la razón
con la fe en Dios! Muchas veces hacemos las cosas sin consulta con un Cristiano
maduro en la fe. ¿Es esto en realidad la voluntad de Dios? ¿Es esto un impulso
de mi razón humana o es verdaderamente la dirección del Espíritu Santo?
¿Adónde
te encuentras ahora? ¿Estás en Egipto todavía? ¿Estás tratando de luchar en
batallas a las cuales Dios no te ha dirigido? ¿Quieres ser misionero o pastor
solamente porque sientes entusiasmo por ello? ¿Pasas todavía por el desierto,
murmurando, criticando, y con actitudes carnales? ¿O te encuentras en Canaán
batallando con el poder del Espíritu Santo contra los filisteos?
¿Prefieres
los atajos? ¡Recomiendo que los pienses bien antes de seguirlos!