miércoles, 18 de marzo de 2009

“Caminando hacia lo sobrenatural”

Ministerio Evangelistico Shekinah
¡Ahora veras si mi palabra se cumple o no! (Números 11:23)


Dios quiere manifestarse en nuestra vida de una manera muy especial para que entremos en lo sobrenatural. El Señor quiere cubrirnos con su unción, la cual a menudo en la Biblia se ejemplifica con los mantos; como por ejemplo el manto del profeta Elías que tanto anhelaba Eliseo. Vemos en la historia que luego de haber recibido ese manto, una nueva etapa comenzó en su vida. De la misma manera, si buscas a Dios con todo tu corazón, se despertará en ti una nueva pasión y tu vida será realmente transformada.


Sabemos que hemos entrado, como iglesia, en el tiempo de Dios donde el cuerpo de Cristo tiene todo el protagonismo. Es por eso que entendamos que es importantísimo tomar una actitud de crecimiento. Cada uno de los que conformamos el cuerpo de Cristo debemos velar para que unidos, se desarrolle el protagonismo de la iglesia.

Lo sobrenatural no se explica, se cree

En Lucas 1:26-38 vemos acerca del llamado de Jesús. Él nació de manera sobrenatural a través del obrar del Espíritu Santo en la vida de la virgen María. Ella concibió al verbo de Dios, pero para eso tuvo que dejarse llevar como un instrumento en las manos del Señor. Con esto podemos ver que cada vez que Dios planea hacer algo sobrenatural, necesita a una persona; un ser humano limitado como nosotros. Maria era una muchacha simple que amaba y cumplía los mandamientos de Dios con todo su corazón. Ella estaba comprometida para casarse, cuando el Señor la sorprendió con el anuncio del arcángel Gabriel.


En ese momento, cautivada por lo que estaba ocurriendo, preguntó como sería esto si no había conocido íntimamente a ningún varón. Y así son las cosas de Dios: inexplicables, no se pueden razonar. Tal vez te estás preguntando como Dios te va a usar, con tu vergüenza y tus debilidades, pero la Biblia dice que luego de haberle preguntado al ángel, María exclamó: “Hágase con tu sierva conforme a tu palabra”. Ella, sin dudarlo, se humilló, se inclinó y se sujetó a la voluntad de Dios, aún sabiendo que en esa obediencia iba a tener que pasar primero por la vergüenza, por la humillación, por la crítica de todos los que la conocían. Ella estaba dispuesta a que la presencia de Dios llenara su vida a pesar de todo lo que pudiera venir.


Así como María, nosotros también tenemos que estar listos para que la presencia de Dios nos cubra y no sea solo por un momento sino que algo trascendental transforme nuestra historia y también la de aquellos que nos rodean. Dios quiere llevarte a vivir en lo sobrenatural.
Este es el tiempo donde la iglesia se levanta para cumplir una misión. Este es el tiempo de las señales, los milagros, las maravillas que estamos experimentando! Por eso tenemos que seguir entrando en las profundidades del Señor, tenemos que dejarnos llevar a los sobrenatural. Y para entender un poco mejor, como hacerlo, veremos aquí tres llaves que nos serán de mucha ayuda:
La primer llave es el ser fieles y obedientes.

Estando detrás de Dios en la búsqueda espiritual, es muy grande la visitación que Dios está trayendo a la iglesia a través de la sanidad y los milagros de todo tipo. Tenemos que estar preparados para ingresar en este nuevo mover sobrenatural de Dios y llevar así el mensaje de reconciliación a todo el mundo.


Hoy Dios quiere que entres en lo sobrenatural!


Pero es vital que paremos y tomemos una determinación profunda de ser participantes y tan solo espectadores. El mover que está viniendo es tan grande que no lo puede abarcar un sola persona, sino que hace falta que se levante un ejército para ser hacedores de milagros, maravillas, y obras poderosas de Dios.


En San Lucas, se detalla como Juan, que bautizaba a las multitudes, al verlo a Jesús que se acercaba para ser también bautizado, le dijo que no podría bautizarlo a él ya que no era digno ni siquiera de desatar sus sandalias; Jesús le respondió que era necesario que esto ocurriera para que se cumpliera la voluntad del Padre. Así fue como Jesús, agachando la cabeza y permitiendo ser bautizado por Juan, como todos los demás pecadores, el hijo santo, el cordero sin mancha estaba pasando por las aguas del bautismo. Fue en ese momento de obediencia sincera que el Espíritu Santo descendió en forma de paloma y el Padre habló desde el cielo diciendo: “Este es mi hijo amado en quien tengo complacencia”. La presencia de Dios se manifestó, el Espíritu Santo lo llenó y Dios dijo en los cielos: esto me agrada.


Esta es una de las llaves: Tener la humildad y la obediencia que estaban en Jesús.
Jesús no necesitaba ser limpio de nada, pero aún así eligió el camino de la humildad y la obediencia. Fue por eso que el Espíritu Santo lo llenó y el Padre dio testimonio acerca de Él frente a todos los que allí estaban.


Elige siempre el camino de la humildad y de la obediencia espiritual para que Dios declare desde los cielos que eres su hijo o su hija amado/a en quien su corazón se complace cuando ve que eligen hacer su voluntad.


Luego del bautismo, Jesús se apartó por cuarenta días para ayunar y fue llevado por el Espíritu al desierto. Allí fue donde, cuando comenzó a sentir hambre, que se le presentó Satanás para tentarlo. ¿Cuáles fueron las armas que utilizó Jesús? La palabra de Dios.


La segunda llave es tener la Palabra de Dios en el corazón, la mente y la boca.

La otra llave para entrar en lo sobrenatural es que La Palabra de Dios este en tu corazón, tu mente y fluya a través de tu boca.


Pero para eso necesitas separar tiempo leyendo la Biblia. Es necesario alimentarse de la Palabra de Dios, memorizar Salmos y absorber toda la enseñanza que el Señor dispuso para nosotros. Es como un bebé que necesita ser alimentado para no quedar desnutrido o contraer enfermedades por la falta de defensas. Si no conoces la Escritura no vas a tener una defensa espiritual verdadera y no tendrás autoridad espiritual frente al diablo. Jesús conocía la Palabra, la tenía grabada en su ser, por eso se defendió con ella. Su respuesta ante la tentación fue: “Escrito está, no solo de pan vivirá el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.


Cuando nos encontramos en luchas y pruebas, es fundamental que verifiquemos el poder de la confesión de la Palabra de Dios, utilizando esta espada de doble filo para cortar las maldiciones, para cortar ataduras y todo cuanto quiera detenernos y afligirnos.


Si pones de tu parte, si pones en marcha la declaración de la Palabra de Dios, el Señor traerá su presencia, su autoridad y te hará libre de cualquier mentira del diablo, en el nombre de Jesús. Justamente, vemos en 1 Juan 3:8b donde se hace mención al llamado de Jesús y en Juan 10:10 habla de lo que quiere darnos. Jesús vino a deshacer las obras del diablo. No vino a sanar a algún enfermo, sino que vino a destruir todas las obras de maldad. Y también te ha dado autoridad para hacer las mismas obras que él hizo. Por eso, tenemos que imitarlo. Cuando Jesús entraba a un lugar, todo se revolucionaba: los enfermos se sanaban, los muertos resucitaban, la tristeza se convertía en esperanza e infinidad de milagros ocurrían. Por ejemplo lo que ocurrió con Lázaro en San Juan 11:41-44 o el hijo de la viuda de Naín en San Lucas 7:11-17.


La tercer llave es el apartarnos con Dios

Jesús se apartaba para orar y ayunar. Siempre buscaba oír la voz del Padre. Es fundamental que podamos tomar tiempo en la presencia de Dios para conocer su corazón, para oír su voz y de esta manera estaremos preparándonos para lo sobrenatural.


Aún en un mundo de agendas apretadas y colmadas de obligaciones, no tenemos que descuidar nuestro tiempo de comunión con Dios. El Señor no debe ser lo último del día a quien le de lo que me queda de mis fuerzas, sino que tiene que ocupar el primer lugar en mi día.
Si nos preparamos para caminar hacia lo sobrenatural, estando en comunión con Dios, leyendo y memorizando su Palabra, declarándola por fe y teniendo una actitud humilde y obediente comenzaremos a ser los protagonistas de este tiempo!


No te detengas en los problemas y las circunstancias, anímate a ver más allá de lo que ven tus ojos naturales y créele al Señor. Un nuevo tiempo ha llegado y es para que te sumerjas en lo sobrenatural!


Preguntas de reflexión

1- Estamos entrando, como iglesia, en un tiempo sobrenatural, ¿quieres ser espectador o protagonista?
2- ¿Cómo reaccionó María frente al anuncio del ángel Gabriel? ¿Por qué fue tan difícil para ella?
3- Siendo el Hijo de Dios, ¿cómo era Jesús? En tu vida, ¿cómo eres con tus autoridades y familia? ¿Sientes que tienes las mismas actitudes?
4- ¿Cuánto tiempo pasas leyendo y memorizando las Escrituras? ¿Por qué es tan necesario hacerlo?
5- ¿Pasas tiempo a solas con Dios?

Rodrigo Rojas Garzon
Evangelista