Es tiempo ahora para mirar a algunos de los hombres ungidos de Dios que ganaron muchas batallas contra satanás, pero fueron derrotados al final. Es de las vidas de estos hombres que podemos aprender algunas de las lecciones más importantes relacionadas con esta forma de ministerio.
JOHN ALEXANDER DOWIE
John Alexander Dowie nació en Escocia en 1847, pero pasó mucho de su vida temprana en Australia. Fue un verdadero luchador, peleando con audacia contra el pecado y la tibieza que encontró alrededor de él - incluso como ministro joven en Australia. En años posteriores, partiularmente después de trasladarse a Chicago en los Estados Unidos, él se volvió probablemente el pionero más conocido de la sanidad divina en todo el mundo.
En sus primeros años de éxito extraordinario en Chicago, donde el poder de Dios se demostraba constantemente, y cientos fueron sanados de toda aflicción, parecía que el diablo estaba reclutando a todo demonio del infierno para atacarle y hacerle caer. Fue arrestado más de cien veces por acusaciones falsas, fue constantemente atacado por los periodistas más prominentes de la ciudad, e incluso sufrió disturbios en la calle y atentados contra su vida. (En una ocasión notable fue repentinamente advertido por una voz de Dios, de que debía salir de su oficina. Así se salvó de reventar en pedazos por una bomba poderosa que había sido colocada allí.) Finalmente prevaleció, con su credibilidad intacta (y aun mejorada, a pesar de todas las controversias), y fue el campeón más eficaz de la sanidad divina en América hasta aquel tiempo.
Pero trágicamente, después de estos años tempranos de batalla constante, cuando llegó un tiempo de relativa paz y prosperidad en su vida, este luchador audaz fue seducido por el diablo a vestirse con una vestimenta de sumo sacerdote, y a pensar que él era el profeta Elías. Después de esto, el fin no pudo tardar. John Alexander Dowie murió unos años más tarde en bastante vergüenza, enfermo y quebrantado, solo una sombra de lo que era antes. Había perdido su ministerio, y literalmente todo lo que poseía. La manera como uno de los luchadores más grandes de Dios pudo llegar a un fin tan trágico, debe ser una lección objetiva para todos nosotros.
Las citas usadas son casi todas tomadas del libro "John Alexander Dowie - una biografía de pruebas, tragedias y triunfos", por Gordon Lindsay.
Como en la vida de muchos hombres de Dios en preparación para un ministerio poderoso, Dios había usado los primeros años de la vida cristiana de Dowie como un período de entrenamiento. Sus muchas luchas y fracasos, y el duro "desierto" espiritual en la oscuridad de Australia, fueron usados para moldearlo y quebrantarlo, y produjeron en él una gran hambre y búsqueda de Dios.
Como Gordon Lindsay escribió en la introducción de su libro acerca de Dowie: "Cuando alguien es escogido por Dios para ser usado de una manera inusual, Dios lo lleva a través de un período de entrenamiento, que a veces incluye las pruebas y tribulaciones más severas." El dice que cuando Dowie pisó el suelo americano por primera vez en su vida, a la edad de 41 años, él era casi completamente desconocido.
Pero cuando su unción de sanidad de Dios fue reconocida, y el tiempo perfecto de Dios llegó, John Alexander Dowie subió repentinamente a una prominencia internacional, como uno de los grandes líderes de Dios de aquel período. Lindsay escribe acerca de la caída de Dowie, que "fue en el momento que él empezó a involucrarse en actividades seculares, y se apartó de la sencillez de sus días tempranos, que empezó su caída."
John Alexander Dowie fue descrito como "un reformador que luchaba en contra de toda probabilidad de éxito, desafiaba a solas la apostasía de su tiempo, y tuvo éxito al llamar la atención de la iglesia visible hacia el mensaje del Evangelio de la sanidad - un mensaje de liberación para el hombre entero, cuerpo, alma, y espíritu... Contra una oposición abrumadora, una prensa hostil, pastores amargamente opuestos, gobernantes de la ciudad antagonistas, abogados inescrupulosos ... él luchó por el derecho de orar por los enfermos y prevaleció. A pesar de la persecución más feroz, numerosas detenciones ilegales - hasta cien en un solo año -, él ganó contra sus enemigos y los frustró, y llamó la atención del mundo a la gran verdad de que Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y para siempre." (p.3-4) Y durante todo este período, numerosos milagros de sanidad extraordinarios, documentados, sucedieron bajo su ministerio.
Por favor recuerden cuan NUEVO era todo esto en su tiempo. Hoy en día, las cosas por las que Dowie luchó se consideran normales en el mundo cristiano. Pero en aquellos días no existía nada así como un ministerio de sanidad, o evangelistas de sanidad. Dowie fue un pionero, un instrumento de Dios que abrió el camino para los que iban a seguir, igual como muchos reformadores cristianos a través de los tiempos.
Pero los días de la batalla constante llegaron a su fin. Con su nuevo éxito y la prosperidad relativa de su ministerio, Dowie cometió el trágico error de bajar la guardia. Como notó Gordon Lindsay: "La mitad de la vida es un período peligroso, y no pocos caen en la tentación de relajarse espiritualmente en este tiempo de la vida (algo muy diferente de relajarse físicamente). La gran diferencia entre el Dr.Dowie y los otros fue que él era un líder mundial cuyas acciones fueron observadas por los ojos de multitudes." (p.195).
"En los días de la adversidad, John Alexander Dowie aprendió a apoyarse fuertemente en Dios. Cuando todos los otros recursos le fallaron, él encomendó su vida a la misericordia y gracia de Dios. Pero CUANDO VINO EL ÉXITO, cuando miles de personas CASI LE IDOLATRABAN, él aparentemente ya no sentía esta necesidad tan fuertemente. El se permitió a sí mismo a estar tan ocupado... ¡un error fatal! ¿Cuántos problemas se hubiera ahorrado John Alexander Dowie, si hubiera tomado tiempo para buscar la mente de Dios en las decisiones tan importantes? ¿Cuántos errores fatales cometieron hombres de Dios porque NO SE DETUVIERON PARA BUSCAR EL CONSEJO DEL SEÑOR CUANDO TUVIERON QUE HACER UNA DECISIÓN VITAL?" (p.194)
Como escribió Paul Billheimer: "Las arenas del tiempo están llenas de los escombros de las vidas de muchos que una vez fueron usados poderosamente por Dios, pero que naufragaron sobre las rocas del ORGULLO ESPIRITUAL."
En sus primeros días en Chicago, ciertas personas se habían acercado a Dowie, diciendo que tenían una "revelación directa de Dios", de que Dowie era de hecho "Elías el Restaurador", el gran profeta de los últimos tiempos. Para su desilusión, Dowie los reprendió inmediatamente y los echó de su presencia, y los advirtió de que no volvieran a mencionar tales cosas ante él. Sin embargo, la idea que fue sembrada en aquel día, seguía sonando en sus oídos. "Según su propio testimonio, él intentó deshacerse de esta idea, pero no pudo. Una voz parecía decir: 'Elías tiene que venir, y ¿quién aparte de ti está haciendo la obra de Elías?' El tiempo pasó. Entonces, un día una extraña e intensa convicción inundó su conciencia de que él era de hecho Elías - el que fue anunciado por los profetas que iba a venir y restaurar todas las cosas. La impresión vino con un poder tan abrumador, que su persona entera fue absorbida por ella." (p.188) En junio de 1901, Dowie dio el paso fatal de anunciar públicamente que él era de hecho Elías el Restaurador. (Esta pretensión fue inmediatamente desafiada y denunciada por líderes religiosos en el mundo entero.
En aquel tiempo Dowie estaba también muy involucrado en la explotación de tierras. Había comprado un terreno grande cerca de Chicago y había comenzado a construir lo que iba a ser 'Ciudad de Sión', una ciudad entera que iba ser habitada por los seguidores de Dowie, y gobernada según "principios cristianos". Tristemente, nadie recordaba que el Nuevo Testamento en ninguna parte dice que nos separemos del mundo de esta manera; sino que vivamos EN el mundo, pero no siendo DE él. Inicialmente, 'Ciudad Sión' fue un gran éxito, tanto económicamente como en cualquier otro respecto. Pero finalmente causó la ruina financiera de Dowie, y esto contribuyó mucho a su caída. Uno de sus grandes sueños fue construir 'ciudades Sión' por el mundo entero - sin duda como parte de su supuesta misión de "restaurar todas las cosas" -, y que desde allí él y sus seguidores iban a empezar a ejercer dominio sobre la tierra.
Qué días fatales eran aquellos.
Durante muchos años, la esposa de John se había contentado con vivir a su lado casi en pobreza, confiando en Dios. Pero se reportó que "cuando la prosperidad llegó a la familia Dowie, ella perdió su estilo de vida sencillo: compró vestidos en París y empezó una vida extravagante..." (p.200) Solo unos pocos años antes, esto les hubiera parecido impensable. "Pero con la prosperidad que él obtuvo en América, finalmente se alteró la sencillez de su vida. Llegó a la conclusión - y aparentemente su esposa le apoyó en esto - de que sería ventajoso construir una cara mansión ejecutiva donde él podría hospedar a ciertos personajes importantes. Este gran edificio fue equipado con muchos muebles lujosos." (p.201-202)
Al fin parecía que las mismas cosas que Dowie y su esposa habían combatido durante toda su vida, fueron ahora usadas como estrategias de satanás en contra de ellos para destruirlos. Y para colmo, "en el tiempo crucial de la vida del Dr.Dowie, cuando él tenía una necesidad desesperada de ayuda, parece que su esposa no tenía ninguna fuerza espiritual para apoyarle." (p.201) A veces, especialmente en este período tardío, había unas personas que intentaban advertirlo en contra de lo que estaba haciendo. Pero él se negó a escucharles. Incluso cuando su hija murió trágicamente por causa de un incendio en 1902, él apenas se detuvo para reflexionar acerca de su movimiento precipitado hacia adelante.
Los últimos días de John Dowie no eran buenos. El había luchado una gran lucha por muchos años en su período temprano, pero fue derrotado en la segunda mitad de su vida. Como es a menudo con grandes avivamientos, o con grandes hombres de Dios que caen del camino, el daño que pueden causar y el escarnio que pueden traer sobre el Evangelio, puede casi deshacer lo bueno que vino de ellos al inicio. El diablo debe haber sido encantado al no solamente seducir y apartar a este gran hombre de Dios, sino usarlo aun para ridiculizar las mismas verdades que él había originalmente proclamado de manera tan eficaz. Dios no pudo permitir que John Alexander Dowie continuase en este estado por mucho tiempo. Tuvo que llevárselo. Dowie murió en la creencia de que él era Elías, un hombre enfermo y quebrantado, mutilado en una silla de ruedas. Su ministerio se había desvanecido, la Ciudad Sión estaba casi en la bancarrota, y él había perdido todo lo que tenía. "¡Cómo han caído los poderosos!" El murió el 9 de marzo de 1907.
EL ENIGMA DE WILLIAM BRANHAM
William Branham fue otro evangelista de la mitad del siglo pasado que fue poderosamente usado por Dios durante algunos años. El fue investido con un tal poder que raras veces se ha visto desde los días de los apóstoles. Todavía hay bastante controversia acerca de su vida, su muerte y sus enseñanzas. Para algunos de sus seguidores más ardientes (que todavía existen hoy en día), él parece ser casi un semi-dios - una falacia dañina y trágica que ha asustado a muchos cristianos sanos, de manera que no desean estudiar su vida. Por el otro lado, aun en la cumbre de su ministerio, algunos creyentes sospechaban del poder tremendo y de los señales y milagros inusuales que acompañaron su ministerio. Sin duda, Branham se extravió en la parte posterior de su vida. (Esto es resaltado por el hecho de que Dios lo llevó a una edad temprana y que la causa de su muerte fue un accidente de carro, donde su cuerpo fue horriblemente enredado en los escombros.) Sin embargo, yo creo - junto con muchos otros que estudiaron su vida -, que en sus años tempranos él era uno de los hombres de Dios más ungidos que vivió en los tiempos modernos.
Gordon Lindsay escribió en su biografía de 1952 acerca la vida y el ministerio de Branham: "La historia de la vida de William Branham es tanto más allá de este mundo y de lo ordinario, que si no hubiera una multitud de pruebas infalibles que documentan su autenticidad, uno lo consideraría completamente increíble." (G.Lindsay, "William Branham - un hombre enviado por Dios", p.9). Incluso su nacimiento y niñez tuvieron aspectos inusuales. Nació en 1909 en Kentucky, pero su familia se mudó pronto al estado de Indiana, donde por fin se asentaron cerca de Jeffersonville. La familia de Branham eran "los más pobres de los pobres". Cuando tenía siete años, experimentó la primera de muchas visitaciones divinas: "Parecía una tarde muy tranquila. Retrocedí del árbol y noté que en cierto lugar, aproximadamente del tamaño de un barril, el viento parecía soplar a través de las hojas. Después vino una voz que dijo: 'Nunca bebas, fumes, o profanes tu cuerpo de alguna manera, porque tengo un trabajo para ti para cuando seas mayor.'" (p.30)
Branham obedeció a estas instrucciones, pero todavía no se había convertido de verdad. Cuando tenía alrededor de veinte años, su hermano Eduardo murió. Esto le hizo recordar nuevamente el llamado de Dios sobre su vida. Sin embargo, él seguía en el camino que estaba andando (escapándose de Dios) durante unos años más. Finalmente se enfermó seriamente - llegó al umbral de la muerte, en el hospital. Y de repente Dios le visitó otra vez: "El viento se acercaba y se hizo más y más fuerte... Escuché esta misma voz que había dicho 'Nunca bebas ni fumes'. Y las hojas que escuché moverse en el viento, eran las mismas del árbol de aquel día. Pero esta vez la voz dijo: 'Te llamé y no quisiste ir.' Las palabras se repitieron tres veces. Después dije: 'Señor, si eres tú, déjame volver a la tierra y predicaré tu evangelio desde las azoteas y en las esquinas de las calles. ¡Lo diré a todo el mundo!'... Cuando esta visión había pasado, descubrí que me sentí mejor." (p.40-41).
Sin embargo, Branham no fue completamente sanado. Pero ahora estaba lleno de una gran hambre de Dios. "Empecé a buscar y encontrar a Dios. Iba de iglesia en iglesia, intentando encontrar algún lugar donde hacían un llamado a la antigua de 'venir al altar y entregarse a Jesús'. Lo triste fue que no pude encontrar un tal lugar... Una noche tuve tanta hambre de Dios y de una experiencia real, que salí al viejo cobertizo detrás de la casa e intenté orar... De repente entró una luz en el cobertijo y formó una cruz, y la voz desde la cruz me habló en un idioma que no podía entender... mientras oraba, volvió a aparecer. Entonces me pareció que una carga de mil libras fue quitada de mi alma..."
"Yo supe entonces que si Dios quería que yo predicase, El iba a sanarme; entonces fui a una iglesia donde creían en la unción con aceite, y fui sanado al instante. Entonces vi que los discípulos tenían algo que la mayoría de los ministros hoy en día no tienen. Los discípulos eran bautizados con el Espíritu Santo, y así pudieron sanar a los enfermos y hacer milagros poderosos en Su nombre. Entonces empecé a orar por el bautismo del Espíritu Santo. Un día, unos seis meses después, Dios me dio el deseo de mi corazón. El me habló en una gran luz y me dijo que debía predicar y orar por los enfermos, y El los iba a sanar, sin importar la enfermedad que tenían. Entonces comencé a predicar y a hacer lo que El me había dicho." (p.41-42) Branham empezó con reuniones en una carpa en su ciudad de Jeffersonville, y para un joven de 24 años que recién estaba empezando, estas reuniones tuvieron un éxito asombroso, con hasta 3000 personas en una sola reunión, y muchas conversiones.
Más tarde, cuando Branham bautizó a 130 personas en el río Ohio, una luz celestial como una estrella brillante apareció encima de él, justo cuando estaba por bautizar a la decimoséptima persona. Esto fue visto por toda la congregación de 4000 personas que estaban mirando desde la orilla del río. Algunos se escaparon de miedo, mientras otros gritaron o se desmayaron. Un reportaje acerca de este suceso inusual apareció en el diario local poco después. También fue reportado que una voz habló desde la luz, diciendo: "Como Juan el Bautista fue enviado para preceder la primera venida del Señor, así eres tú enviado para preceder Su segunda venida..." - Lo que es cierto, es que se vio una luz celestial, y parece probable que también algo parecido fue hablado sobre él.
Fue en el mismo año, 1933, que algunas visiones significativas fueron dadas a William Branham. En junio de 1933 recibió una serie de siete visiones relacionadas con eventos mundiales del futuro inmediato (y comentó a su congregación acerca de estas visiones). En la primera vio al dictador italiano, Mussolini, invadir exitosamente a Etiopía, pero finalmente acabar de una manera terrible - asesinado y escupido por su propia gente. En la segunda vio como América fue involucrada en una guerra mundial contra Alemania, liderada por un austriaco. La guerra iba a derrotar a ese líder, y tomará un fin misterioso. La tercera visión mostró los tres "ismos" en el mundo - fascismo, nacismo y comunismo, y que los primeros dos iban a acabar en nada, pero que el comunismo iba a florecer. Le fue dicho: "Fíjate en Rusia. Se convertirá en un gran poder mundial." En la cuarta visión vio algunos de los tremendos avances de la ciencia que iban a venir después de la Segunda Guerra Mundial.
La quinta visión mostró el rápido declive moral en el mundo, especialmente en relación con las mujeres. Le fue mostrado este declive desde el inicio del movimiento feminista del fin del siglo XIX, y como las mujeres iban a ganar poco a poco más poder mundano, hasta la elección de un "presidente muchacho" (probablemente Kennedy - se sabe que fue elegido por causa de los votos de las mujeres), y después de esto, un declive progresivo en la forma como las mujeres se vestían - deliberadamente exponiendo más y más de sus cuerpos en una sensualidad cada vez más descarada. Con la verdadera feminidad tan desvalorizada, una terrible decadencia de toda carne vino sobre la tierra, y toda forma de perversión surgió, como es profetizado para los últimos días.
En la sexta visión se levantó en los Estados Unidos una mujer hermosa, vestida en esplendor y vestimentas reales - una mujer que recibió gran poder, y hermosa, pero cruel, astuta y engañosa. Ella dominaba el país con su autoridad. Branham sintió que ella podría representar una persona real, o también una organización particular (¿quizás la iglesia católica?) Sin embargo, hay también la posibilidad de que ella represente un gran espíritu de "Jezabel" que domina el paisaje.
En la séptima y última visión, él vio una gran explosión que rompió el entero país y dejó América como una ruina humeante, caótica, sin ninguna humanidad a la vista. Entonces esta última visión desapareció. (Esta última me hace recordar otra visión de Branham, que él a menudo relató en años posteriores, que mostró un día cuando el entero estado de California, al oeste de la Falla de San Andrés, iba a hundirse en el Océano Pacífica a causa de un terremoto masivo.)
Lo asombroso es que estas siete visiones fueron dadas en un tiempo (junio de 1933) cuando Branham no podía de ninguna manera llegar a estas conclusiones por sí mismo. En 1933, Alemania no estaba de ninguna manera lista para una guerra, Rusia estaba lejos de ser un poder mundial dominante, y el comunismo era una fuerza relativamente pequeña en el mundo. Algunos de los detalles en las visiones eran demasiado extraordinarios para poder ser mera coincidencia. (Vea "Los hechos del profeta", por Pearry Green, p.48-51, para una descripción más completa.) El hecho es que estas visiones fueron dadas a un hombre sencillo, ineducado, en un lugar apartado de Indiana, un hombre que tenía muy poco entendimiento de las complejidades políticas. Y el hecho de que por lo menos cinco de estas visiones se han cumplido precisamente hasta hoy, significa que deberíamos tomar las otras dos también en serio.
Después de los bautizos, se construyó una iglesia para que Branham pastorease en Jeffersonville. Los siguientes años eran un tiempo fructífero en su vida y ministerio, y se casó con una esposa cristiana hermosa y tuvieron dos hijos. Sin embargo, varios años después Branham llegó a un cruce de caminos y cometió un serio error de juicio, que iba a tener repercusiones serias para su familia y ministerio. Después de asistir a una convención pentecostal por primera vez (hasta entonces él había sido un bautista independiente), Branham fue invitado por aquellos pentecostales a ser un evangelista itinerante para ellos, y él sintió que este era definitivamente un llamado de Dios. Sin embargo, se dejó convencer por unos amigos de que los pentecostales eran "basura" (en aquel tiempo ellos eran considerados los más inferiores de los inferiores), y se retiró de ellos.
"Fue en aquel tiempo que la unción de Dios que había venido sobre mí, me abandonó. No volvió realmente hasta cinco años después... Todo iba mal. Mi iglesia iba hacia abajo, y no sabía qué hacer. Entonces llegó el período oscuro en mi vida cuando vino la inundación del río Ohio que cobró tantas vidas, incluso las dos personas más queridas en el mundo entero." (G.Lindsay, "William Branham - un hombre enviado por Dios", p.51) La gran inundación de 1937 cobró las vidas de la esposa de Branham y de su hijita que todavía era una bebé, y Branham se quedó con el corazón quebrantado, con solo su hijito pequeño. Esto fue solamente ocho meses después de que él había retrocedido de obedecer a Dios y unirse a los pentecostales, y él mismo reconoció la conexión trágica.
Durante varios años después de esto, Branham siguió predicando y también trabajaba en diferentes empleos. Volvió a casarse, y cuando vino una nueva visitación del ángel de Dios en 1946, estaba trabajando como guardián de juegos del estado de Indiana. Este iba a ser el inicio de su ministerio internacional de milagros: "Tengo que contarles acerca del ángel y de la llegada del don. Nunca olvidaré el día, 7 de mayo de 1946, una temporada muy hermosa en Indiana, donde yo trabajaba. Había ido a casa para almorzar ... y mientras caminaba alrededor de la casa debajo de un árbol de arce, parecía que toda la copa del árbol se iba a soltar. Parecía que algo bajaba por el árbol como un gran viento recio... Mi esposa vino de la casa asustada, y me preguntó qué estaba mal. Intentando contenerme, me senté y le conté que después de estos veinte años raros de conocer este sentimiento extraño, había llegado el tiempo en que tenía que descubrir de qué trataba todo esto. ¡La crisis había venido!"
"Esta tarde me retiré a un lugar secreto para orar y leer la Biblia. Entré profundamente en la oración; parecía que toda mi alma se iba a desgarrar de mí. Lloré ante Dios... puse mi rostro al suelo... miré hacia arriba y exclamé: 'Si me perdonas por la manera como he actuado, intentaré hacerlo mejor... Lo siento que he sido tan negligente todos estos años en hacer la obra que quisiste que haga... ¿Me hablarás de alguna manera, Dios? Si tú no me ayudas, no puedo seguir adelante.' ...Entonces en la noche, alrededor de las once, yo dejé de orar y estaba allí sentado, cuando noté una luz vacilante en la habitación... la luz se extendía en el piso, se hizo más ancha... y cuando miré hacia arriba, había una gran estrella allí. Sin embargo, no tenía puntas como una estrella; más se veía como una bola de fuego o de luz, alumbrando hacia abajo al piso. Justo entonces escuché a alguien caminar por el piso..."
"Ahora, pasando por la luz, vi los pies de un hombre que se acercaba a mí, tan naturalmente como tú caminarías hacia mí. Parecía un hombre que según el peso humano pesaría unas doscientas libras, vestido en una túnica blanca. Tenía una cara lisa sin barba, cabello oscuro que caía hasta sus hombros, una tez morena, con un rostro muy agradable, y al acercarse, sus ojos se encontraron con los míos. Viendo que yo estaba de miedo, él empezó a hablar. 'No tengas miedo. Soy enviado desde la presencia del Dios Todopoderoso para decirte que tu vida singular y tus caminos malentendidos fueron para indicar que Dios te ha enviado para llevar un don de sanidad divina a los pueblos del mundo. SI SERÁS SINCERO, Y PUEDES LOGRAR QUE LA GENTE TE CREA, NADA RESISTIRÁ A TU ORACIÓN, NI SIQUIERA EL CÁNCER.'" (p.76-77)
El ángel dijo a Branham que él iba a tener ahora dos señales o dones especiales que iban a obrar en su vida, dados por Dios. El primero le permitiría detectar o discernir enfermedades en la gente - una reacción violenta visible en su mano izquierda que se iba a hinchar y enrojecer cada vez que entraba en contacto con una enfermedad. La segunda señal iba a ser un don que le permitiría discernir los pensamientos y actos pasados de una persona - pecados específicos de los que tenía que arrepentirse, etc. A menudo sucedió que mientras Branham desafiaba a las personas acerca de tales pecados específicos, y ellos los confesaron a Dios, que regularmente fueron sanados de cualquier dolencia, antes que él siquiera podía poner su mano sobre ellos.
Esta visitación angelical marcó el inicio del increíble ministerio internacional de milagros de Branham, y además llevó directamente al gran Avivamiento de sanidades en América, de 1947 a 1955, durante el cual se levantaron muchos ministerios bien conocidos, y miles y miles de personas fueron salvos y sanados. Como dijo Branham: "Las grandes cosas que sucedieron durante estos meses son demasiado innumerables para siquiera ser escritas, pero Dios ha confirmado las palabras del ángel vez tras vez. Sordos, mudos, ciegos, toda clase de enfermedades fueron sanadas, y hasta la fecha tenemos miles de testimonios escritos. Yo no tengo ningún poder por mí mismo de hacer esto... Dios siempre tiene algo o alguien para obrar por medio de él, y yo soy solamente un instrumento usado por Él." (p.78)
Hasta el final de su vida, William Branham era renombrado por su transparencia, su sencillez y su humildad genuina. Sin duda, esto fue en parte debido a su vida temprana de dificultades, quebrantamiento y pobreza - una gran ventaja respecto a su ministerio final. Leí varias de sus prédicas tempranas, y a menudo parecen poco más que testimonios personales acompañados con un mensaje sencillo (pero eficaz) del Evangelio. Había allí apenas una señal de las enseñanzas extrañas, divisivas y controversiales de sus años posteriores. Por fin, el ángel le había dicho que una parte de su comisión era ayudar a UNIR a cristianos de transfondos diferentes. Un observador escribió: "No hay nada jactancioso o arrogante en él. El es un hombre manso y humilde. ...El es un hombre amado por todos. Nadie tiene rencor por su éxito, ni envidia por su gran popularidad." (David Harrell Jr, "Todas las cosas son posibles", p.39).
Durante los siguientes meses y años, Branham viajaba extensamente en los Estados Unidos y también a Europa, Sudáfrica, etc. Miles venías de todas partes para escucharle predicar y para ver las muchas sanidades extraordinarias, milagros y "palabras de ciencia" que acompañaban su ministerio. A menudo él anunciaba públicamente el nombre, la ciudad de origen y otras informaciones acerca de personas en el público que él nunca había conocido. De las miles de tales "palabras de ciencia" que él dio, jamás se supo de una que hubiera sido equivocada. Se reportaba que su don era "100% exacto". Los sordos fueron sanados, los ciegos recibieron la vista, e incluso muertos fueron resucitados. Hubo también varias reuniones donde Branham fue fotografiado con "auras" brillantes o luces extrañas alrededor de él. Fue normal para Branham tener al ángel de Dios parado a su lado mientras ministraba, y a menudo esperaba a que el ángel llegase, antes de empezar. Fue también normal para Branham, ver milagros específicos suceder ante sus ojos en forma de una visión, varios días antes que el mismo milagro iba a suceder en realidad, de manera que cuando ocurrió la circunstancia precisa que había visto en la visión, él sabía exactamente qué hacer. ¡Asombroso! Y dondequiera que iba, Dios fue glorificado de la manera más profunda.
No hay duda de que Branham fue el pionero inicial y el líder clave del gran Avivamiento de sanidades de 1947 a 1955. Durante este avivamiento, docenas de ministerios de sanidad se levantaron por toda América, algunos my conocidos y otros menos prominentes, pero todos ellos inspirados por el ejemplo de Branham y otros. Miles fueron salvos y sanados, no solo en América, sino también en otras naciones. Y el poderoso avivamiento argentino en 1954 con Tommy Hicks (con reuniones de más de 400'000 personas) también tenía fuertes relaciones con este avivamiento. Aun entre los evangelistas más conocidos que llegaron a ser prominentes en aquel tiempo (Oral Roberts, T.L.Osborne, A.A.Allen, Jack Coe, etc.), William Branham fue reconocido como algo especial - algo extraordinario. "Los evangelistas más jóvenes de liberación le vieron como un hombre aparte, como Moisés. 'El era el número uno', dijo Richard Hall, 'si de los evangelistas promedios que tenemos ahora pones a veinte de ellos a un lado y a William Branham al otro lado, él tendría más peso que todos ellos juntos.'" (Winkie Pratney, "Avivamiento", p.220-221).
Más tarde en la década de los 1950, cuando varios evangelistas de sanidad se desviaron hacia el hacer un "show", la exageración, las doctrinas de "prosperidad" y el mendigar por dinero, Branham no tenía nada de eso. El seguía sin cambiar en su actitud hacia esta clase de excesos hasta el final. Un observador escribió acerca de él en 1959: "En mi última visita mencioné cuán 'enfocados en los carros' son los predicadores americanos, casi juzgando el éxito de un hombre por la clase de carro que maneja. En esta conferencia particular, donde el hermano Branham fue el orador principal, ellos llegaron todos en sus carros bonitos, imágenes de elegancia; pero el hermano Branham llegó con un camión. El parece no preocuparse por estas cosas..." (D.Harrell Jr, "Todas las cosas son posibles", p.162).
Sin embargo, hubo debilidades cruciales en las prácticas y en el ministerio de William Branham,
que empezaron a manifestarse de manera trágica en la mitad de la década de los 1950. En 1955, por su propio descuido y por la falta de una buena administración, Branham cayó en una dificultad financiera. El había siempre sido despreocupado y casi ingenuo hacia los asuntos de negocios. "El a veces se olvidaba de reuniones planeadas, y no se preocupaba en absoluto por los detalles de los negocios. Algunos de sus asociados sintieron que él era culpable de irresponsabilidad. Branham llegó a escribir: 'Durante nueve años, el Señor había cubierto cada necesidad sin que yo hubiera tenido que pedir dinero de alguien. Entonces, en 1955, en cada una de mis tres reuniones más grandes, los ingresos se quedaron muy detrás de los gastos, y hubo grandes déficits.'... Las dificultades de Branham se complicaron en 1956 cuando enfrentó un juicio por evasión de impuestos... El sencillo Branham, poco interesado en riquezas personales, no había hecho ningún esfuerzo sistemático para rendir cuentas de los miles de dólares que fluían a través de su ministerio." (Op.cit, p.39-40). Para el resto de su vida, Branham trabajaba bajo la carga de una deuda de 40'000 dólares al gobierno. (Esto fue un monto enorme de dinero en aquellos días.)
Es obvio que Dios no pudo bendecir más el ministerio de Branham en cuanto a las finanzas, debido a su administración despreocupada y dudosa. Esto se había convertido en una "entrada legal" por donde el diablo podía ahora irrumpir y derribar el ministerio de Branham. Uno de los resultados más devastadores fue, que cuando la mayoría de los otros evangelistas prominentes fueron llamados al ministerio en grandes carpas móviles (que Dios usaba de manera muy eficaz en aquel tiempo), Branham fue incapaz de dar este paso, aparentemente por causa de sus problemas financieros. Entones su ministerio empezó inmediatamente a perder influencia, y parecía que él ya no estaba en la vanguardia de lo que Dios estaba haciendo.
Hacia 1958, William Branham empezó a reevaluar profundamente su ministerio (como muchos otros evangelistas de sanidad también). El gran Avivamiento de sanidades era ahora claramente una cosa del pasado; y el declive del propio ministerio de Branham había contribuído a esta situación. Un movimiento de Dios no puede continuar cuando un tal líder se pierde. Después de esto, Branham comenzó poco a poco a retirarse a su propio círculo pequeño, donde tenía seguidores leales que le adoraban. (Esencialmente, este círculo consistía en pentecostales de "Jesús solo" - o sea, que niegan la Trinidad, N.d.Tr.) Y mientras antes él no estaba dispuesto a hablar acerca de asuntos "menores" controversiales, él empezó ahora a enfatizar tales cosas más y más en sus prédicas. Lentamente, estas enseñanzas se volvieron cada vez más alarmantes y extremas.
Ya en 1957, Branham había recibido un sueño en el cual él estaba ministrando en un "disco blanco" encima de un pirámide. Una voz desde el cielo proclamó que ningún otro hombre podía pararse en el disco, "o morirá o será matado", y que Branham era "el único que puede pararse allí y se parará allí". Aparentemente, Branham pensaba que este sueño tenía un "significado espiritual". (Op.cit. p.41) Hasta la década de los 1960, él fue claramente convencido de que él era el "Elías" de los últimos tiempos y el verdadero "Mensajero del pacto". Y sus seguidores o adoradores de su pequeño círculo cerrado ciertamente no iban a contradecirle. Varios autores creen que fue al asumir un ministerio de "enseñanza", que Branham cayó en el error. Es claro que él había sido ungido y comisionado por Dios para tener un ministerio profético y evangelístico, pero nunca uno de enseñanza. Y tan pronto como él entró en el área de enseñar doctrina, él empezó a invadir áreas a las que Dios nunca le había llamado, y así se abrió para un engaño cada vez más grande. Fue reportado que hacia el fin, algunas de sus enseñanzas rayaban con el ocultismo. Sin embargo, los dones de señales originales que Dios le había dado, nunca le abandonaron, hasta su muerte en 1965.
Varios hombres intentaron advertir a Branham y traerlo de regreso a algún equilibrio; entre ellos su respetado colega y amigo, Gordon Lindsay. Pero Branham no le escuchaba. "El hermano Lindsay dijo: 'Le supliqué que no enseñe. Le dije: '...Deja la enseñanza bíblica a los maestros. Simplemente predica y ejerce la palabra de ciencia y los dones de sanidad como quiere el Espíritu, y sé una bendición al Cuerpo de Cristo.'" Este profeta dijo al hermano Lindsay: 'Yo sé que no soy un maestro, pero quiero enseñar. ¡Y voy a enseñar!'
"Es peligroso irrumpir en un oficio ministerial al que no eres llamado. En el Antiguo Testamento, cuando alguien irrumpía en un lugar santo que estaba reservado para aquellos que tenían ciertos oficios, inmediatamente caía muerto. Bajo la gracia, personas en desobediencia pueden durar por algún tiempo, pero tarde o temprano, los que irrumpen en oficios ministeriales a los que no son llamados, serán juzgados. Es peligroso irrumpir en el oficio de otra persona." (K.Hagin, "El dio dones a los hombres", p.164-170)
DOS AÑOS antes de la muerte de Branham, Kenneth Hagin, renombrado por su ministerio profético en aquel tiempo, recibió una profecía acerca de Branham y la compartió con Gordon Lindsay: "A fines de 1965, el que ahora está parado al frente del ministerio de sanidades como un profeta, será quitado. Dará un mal paso y satanás destruirá su vida, pero su espíritu será salvo, y sus obras le seguirán. Antes que venga el año 1966, él se habrá ido."
"Llevé esta profecía al hermano Lindsay, porque es bíblico que otros hombres espirituales juzguen la profecía. Nunca la publiqué. Los profetas cometen un error al difundir públicamente algunas de estas cosas." Más tarde, Dios le dijo a Hagin: "Tuve que permitir que él sea quitado, por el daño que él causaba en el cuerpo de Cristo..."
"... Entonces el hermano Lindsay me relató algo más que había sucedido en cuanto a este mismo profeta. Me dijo: 'El año pasado estuve orando con mi esposa y con la hermana Schrader acerca del ministerio. (La hermana Schrader era una profetisa que desde entonces partió para estar con el Señor.) Estábamos orando acerca de varios proyectos en nuestro ministerio. En medio de la oración, la hermana Schrader exclamó: 'Anda y advierte al hermano Branham ... que va a morir.' El hermano Lindsay dijo: 'Yo estaba ocupado, e ignoré esto, y no fui a advertirlo. Más tarde, mi esposa y yo y la hermana Schrader estábamos nuevamente orando acerca de proyectos del ministerio. Y nuevamente, la hermana Schrader exclamó en medio de la oración: 'Anda y advierte al hermano Branham ... que va a morir. El está andando en el camino de Dowie.' Más tarde, el hermano Lindsay dijo: 'Le hablé como el Señor me había instruido, pero vi que él no me iba a escuchar...'" (K.Hagin, "El dio dones a los hombres", p.164-170) - Recordamos que Dowie también había entrado en el error, proclamando que él era el "Elías" de los últimos tiempos.
La esposa de Gordon Lindsay confirmó el relato dado por Kenneth Hagin: "Un día, Kenneth Hagin vino a nuestras oficinas. El dio a Gordon un papel donde estaba escrita una profecía que él dijo que el Señor le había dado. La profecía dijo que el líder del movimiento de liberación pronto iba a ser llevado por la muerte, porque estaba entrando en el error y el Señor iba a tener que quitarlo por esta razón. Gordon tomó la profecía y la guardó en su escritorio. Después de que el hermano Hagin se fue, yo pregunté: '¿Qué piensas acerca de esto? ¿Es Branham?' Gordon respondió seriamente: 'Sí, es Branham. El está entrando en error. El piensa que es Elías. El piensa que es el Mensajero del pacto. Lo triste es que unos hombres inescrupulosos de su entorno están poniendo palabras en su boca, y por causa de su transfondo limitado, él los recibe.'" (Sra. Lindsay, "Los secretos de mi diario", 6ta edición, p.152).
Dos años después, al viajar a Tucson, Arizona, William Branham tuvo una colisión frontal con un chofer ebrio. Su esposa fue gravemente herida, y el cuerpo de Branham fue horriblemente enredado entre los escombros. El seguía con vida durante unos días en el hospital, pero su cabeza se hinchó terriblemente, y pusieron un tubo en su garganta para facilitar su respiración. Murió en la noche de Navidad de 1965, poco antes del fin del año, exactamente como la profecía había predicho. Una vez más, "cómo han caído los poderosos." Una vez más, satanás había tenido éxito en sacar a uno de los grandes siervos de Dios. Y hay poca duda de que el propósito de Dios para la vida y el ministerio de Branham no se cumplió completamente. Algunos de los seguidores de Branham hablaban de que él podría resucitar de los muertos después de unos días, pero fue solo un número muy pequeño que creían en esto. (Todavía hoy hay tales seguidores de Branham alrededor del mundo, y algunos de ellos le adoran con un fervor que raya con la idolatría - un epitafio triste y trágico para alguien que una vez fue un poderoso hombre de Dios.
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