sábado, 5 de febrero de 2011

Capítulo Cuatro MARÍA WOODWORTH-ETTER

Ministerio Evangelistico Shekinah
!Ahora veras si mi palabra se cumple o no,Num 3:23¡


Nacida en 1844, María Woodworth-Etter vivía en Lisbon, Ohio. Dios la llamó a predicar en un tiempo cuando la gente no creía que una mujer debería predicar. De hecho, en aquel tiempo las mujeres ni siquiera tenían el derecho a votar. Ella vio la muerte de sus hijos pequeños, uno por uno, hasta que decidió obedecer a Jesucristo e ir a predicar el Evangelio. Está documentado que ella tenía uno de los ministerios y unciones más poderosos - con sanidades asombrosas y milagros - de toda la historia de la iglesia.

Los reportes dicen que ella a veces venía a una ciudad, después de haber dormido en una carpa, y dentro de pocos días había unas 20'000 personas en sus reuniones. A veces, las personas que trabajaban en el campo dentro de un radio de cincuenta millas alrededor de sus reuniones, recibían visiones del cielo y del infierno, y caían al suelo bajo una convicción tremenda. Fue como una unción generalizada que descendía sobre la región entera. Se reportó que por varias calles alrededor de sus reuniones, la gente caía al suelo y se arrepentían.
Los siguientes extractos son del libro "Un diario de señales y tiempos", por Maria Woodworth-Etter:
"Una vez estuve orando por la salvación de los pecadores, y el Salvador me apareció en la cruz, y me habló; yo puse mi mano sobre su cuerpo magullado, y miré en su cara sonriente. En otra oportunidad estuve meditando acerca del amor de Dios al dar a Su único Hijo para que muriera por los pecadores, y acerca del hogar hermoso que El está preparando para aquellos que le aman, y me parecía que estaba flotando y llegando a la Ciudad Hermosa. ¡Oh, la vista gloriosa que vi, nunca puede expresarse con una lengua mortal!" (p.25)

"En toda mi enfermedad y dificultad, los ministros y la gente vinieron de las diferentes iglesias en la ciudad y tenían una reunión de oración en mi habitación. Ellos oraban en las iglesias por mi recuperación. Yo estaba dispuesta a morir y a dejar a mi hijita y mi hijito, sabiendo que Dios iba a proveer por ellos; pero la obra a la que Dios me estaba llamando surgió delante de mí. Todos estos años Dios me había estado preparando - y yo no estaba dispuesta. Me sentí como un gusano ante El. Prometí a Dios que si El iba a restaurar mi salud y prepararme y mostrarme la obra, yo iba a intentar a hacerlo. Y empecé a mejorar inmediatamente."

"Yo era muy tímida, y atada como con cadenas en un espíritu de temor al hombre. Cuando me paraba para testificar, yo temblaba como una hoja en el viento, y empezaba a buscar pretextos - ¡Oh Dios, manda a alguna otra persona! Entonces, en una visión el Señor me hizo ver el abismo sin fondo abierto en todo su horror y dolor. Allí había llanto y lamento y crujir de dientes. Estaba rodeado por una gran multitud de gente que parecía inconsciente del peligro, y sin advertencia iban a caer dentro de un momento a este lugar horroroso. Yo estaba por encima de la gente sobre una tabla estrecha que llevaba hasta el cielo; y yo estaba exhortando e instando a la gente a subir a esta tabla para escapar de aquel lugar terrible. Varios empezaron a venir. Había una hermosa luz resplandeciente encima de mí, y yo les animaba a seguir esta luz, y ellos se fueron directamente al cielo."

"En todas estas pruebas, Dios me estaba preparando y abriendo el camino para la gran batalla contra el enemigo de las almas, y ahora el gran deseo de mi corazón era trabajar para Jesús. Yo anhelaba ganar una estrella para la corona del Salvador. A veces cuando el Espíritu de Dios estaba disputando y llamando tan claramente, yo me rendía y decía: 'Sí, Señor, voy a ir.' La gloria del Señor venía sobre mí como una nube, y me sentía como transportada por cientas de millas y puesta en un campo de trigo, donde las espigas estaban cayendo todo alrededor de mí. Fui llenada con celo y poder, y sentí como si pudiera pararme ante el mundo entero y exhortar a los pecadores moribundos. Me parecía que tenía que dejar todo e ir al instante. Entonces satanás entraba como una inundación y decía: 'Bien bonita te verías predicando, un buen blanco para que todo el mundo se burlaría de ti. Tú sabes que no puedes hacerlo.' Entonces yo pensaba en mi debilidad y decía: 'No, por supuesto que no puedo hacerlo.' Entonces yo entraba en una oscuridad y desesperación. Deseaba escapar de Dios, o deseaba morir; pero cuando empezaba a ver las cosas de esta manera, que Dios sabía todo de mí y que El era capaz y dispuesto a calificarme para la obra, entonces yo le pedía calificarme para la obra. LE PEDÍ A ÉL CALIFICARME."

"Deseo que el lector comprenda que en aquel tiempo yo tenía una buena experienca, un corazón puro, estaba llena del amor de Dios, pero no era calificada para la obra de Dios. Yo sabía que no era nada sino un gusano. Dios quiso tener a un gusano para trillar una montaña. Entonces pedí a Dios que me diera el poder que les dio a los pescadores de Galilea - que me ungiera para el servicio. Vine como una niña pidiendo pan. Le busqué ... Dios no me decepcionó. El poder del Espíritu Santo bajó como una nube. Fue más brillante que el sol. Fui cubierta y envuelta por ella. Fui bautizada con el Espíritu Santo, y fuego, y poder, que nunca más me dejó. Fue como fuego líquido, y los ángeles estaban todo alrededor de mí en fuego y gloria."

"Pensé pasar por unos estudios y prepararme para la obra, pensando que el Señor haría que mi esposo y la gente estuvieran de alguna manera dispuestos a dejarme salir y hacer la obra. Pero no podía concentrar mi mente en los estudios. Todo parecía vacío y vano, y yo estaba inquieta e incómoda... El querido Salvador se paró a mi lado una noche en una visión y me habló de cara a cara, y me preguntó qué estaba yo haciendo en la tierra. Me sentí condenada y dije: 'Señor, voy a trabajar en Tu viña.' El Señor dijo: '¿Cuándo?', y yo respondí: 'Cuando esté preparada para la obra.' Entonces el Señor me dijo: '¿No sabes que mientras tú te preparas, las almas están pereciendo? Anda ahora, y yo estaré contigo.'"

"Le dije que yo no sabía hablar a la gente; yo no sabía qué decir, y ellos no me iban a escuchar. Jesús dijo: 'Tú puedes decir a la gente lo que el Señor ha hecho por tu alma; háblales de la gloria de Dios y del amor de Jesús. Diles a los pecadores que se arrepientan y que se preparen para la muerte y el juicio, y yo estaré contigo.' Yo seguía haciendo excusa tras excusa, y Jesús siempre respondía: 'Anda, y yo estaré contigo.'... Entonces Jesús dijo una vez más: 'Anda, y yo estaré contigo.' Yo lloré: 'Señor, iré. ¿Adónde debo ir?' Y Jesús dijo: 'Anda acá, anda allá, dondequiera que haya almas que perecen.' - Alabado sea Dios por Su maravillosa bondad al revelar Su palabra y Su voluntad de una manera tan maravillosa, a un tal pobre, débil gusano del polvo. Yo vi más en aquella visión de lo que podría haber aprendido en años de estudios duros. Alabado sea Su santo nombre. Yo vi que no debía depender de nada de lo que yo podía hacer, sino que tenía que buscarle a El por poder y sabiduría." (p.26-29)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nececitaba la fecha de su muerte pero lo demas muy bueno